Con una mayoría aplastante de 582 votos a favor, 40 en contra y 69 abstenciones, el Parlamento Europeo aprobó en su última sesión plenaria la resolución para el establecimiento por vía reglamentaria (aplicación directa) del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) según el proyecto de ley presentado por la Comisión Europea en mayo del año pasado.
Foto créditos: European Union, 2021. Source: EC - Audiovisual Service
La adopción del texto se produce después de que tras múltiples reuniones los negociadores del propio Parlamento y los del Consejo de la Unión, la Institución que representa a los Estados miembros, alcanzasen un acuerdo político previo sobre el texto definitivo.
El Presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, y el Primer Ministro de Portugal en el ejercicio de la Presidencia rotatoria del Consejo, António Costa, firmaron el Reglamento en presencia de la Presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, en un acto solemne celebrado en Bruselas el viernes 12 por la mañana.
La Presidenta von der Leyen calificó el acto de histórico por cuanto se trata de la primera vez que la Unión Europea responde con este nivel de contundencia y de unidad a los retos planteados por una situación de crisis grave como la provocada, en este caso, por la pandemia de COVID-19.
Acto solemne de la firma del Reglamento del MRR en la sede del Parlamento Europeo en Bruselas
A través del MRR, tras la presentación formal de planes nacionales cuyo horizonte temporal se sitúa en el 2026, los Estados Miembros tendrán acceso a 672,5 mil millones de euros (precios de 2018) en forma de subvenciones (312,5 mil millones) y préstamos (360 mil millones) destinados a las reformas estructurales e inversión incluídas en los planes pactados con la Comisión para salir de la crisis aunque, según se prevé y espera, la salida no se producirá de cualquier manera.
El mecanismo, como su nombre indica, está diseñado para ayudar a los Estados miembros a recuperarse dotándose de recursos que les permitan afrontar situaciones similares futuras mejor preparados, dando prioridad a medidas y políticas relacionadas con la transición verde; transformación digital; cohesión económica, productividad y competitividad; cohesión social y territorial; resiliencia sanitaria, económica, social e institucional y la próxima generación.
Para beneficiarse del MRR, los planes nacionales deben destinar al menos el 37% del gasto total a inversiones y reformas que no sean agresivas con el medio ambiente y que faciliten la consecución de los objetivos climáticos de la Unión. Deben también asignar un mínimo del 20% a actuaciones que favorezcan la transición digital, es decir, la implantación adecuada de tecnologías digitales disruptivas con impacto positivo en la sociedad europea. Según un estudio elaborado por McKinsey & Company para la Comisión, la transformación digital contribuiría al incremento anual medio del 1,1% del PIB hasta el 2030.
Simultáneamente, otro de los objetivos a cubrir será abordar eficazmente los desequilibrios identificados en las recomendaciones específicas formuladas a cada Estado miembro en el Semestre Europeo. En el caso de España, por ejemplo, el sostenimiento de la economía y el apoyo a la recuperación, garantizar la sostenibilidad de la deuda mientras se fomenta la inversión, el refuerzo del sistema sanitario, respaldar el empleo y mejorar la protección por desempleo, asegurar la aplicación efectiva de las medidas encaminadas a proporcionar liquidez a las pequeñas y medianas empresas y a los trabajadores autónomos y mejorar la coordinación entre los distintos niveles de gobierno de la Administración Pública, entre otras.
Después de que la Comisión valore los planes nacionales y el Consejo de la UE los apruebe, los Estados miembros podrán obtener una prefinanciación equivalente al 13% de la cantidad total asignada y deberán tomar medidas previniendo el fraude, la corrupción y los conflictos de intereses para proteger los intereses financieros de la Unión.
Las cantidades asignadas a cada Estado miembro como subvenciones con cargo al MRR se han calculado teniendo en cuenta su población, PIB per cápita, la tasa media de desempleo durante los últimos cinco años en comparación con la media UE y el descenso real del PIB provocado por la pandemia en el período 2020-2021. Los importes son los que aparecen en la siguiente tabla:
Con respecto a los préstamos, cada Estado miembro podrá solicitar préstamos por valor de hasta el 6,8% de su Renta Nacional Bruta en 2019. España optaría por esta vía a un máximo de aproximadamente 22 mil millones de euros adicionales.
Se prevé que los primeros pagos con cargo al MRR se produzcan a mitad de este año después de que los Estados miembros ratifiquen el nuevo sistema de Recursos Propios de la Unión, un sistema que permitirá a la Comisión Europea acudir a los mercados financieros para obtener el dinero.