Energía Nuclear y Gas en la reforma de la clasificación UE de actividades sostenibles

10 de Febrero de 2022

 

 

Las energías renovables son el eje de la política de la Unión Europea para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, particularmente CO2, en la lucha contra el cambio climático. Desde hace décadas la UE toma medidas para fomentar las energías renovables con objetivos concretos fijados para su cuota de participación en las distintas combinaciones energéticas donde las renovables están presentes junto a otras fuentes como los tradicionales derivados líquidos del petróleo, carbón, gas y energía nuclear principalmente.


El establecimiento de objetivos es práctica habitual en muchos sectores de la economía en los que se introducen para planificar e invertir con un mayor grado de certidumbre. El objetivo europeo para las energías renovables en el 2020 que era del 20% fue superado alcanzando el 21,3%. El objetivo para el 2030 es del 32%.

El cambio hacia las energías renovables es esencial para lograr la neutralidad climática en el 2050 pero también es necesario contar con fuentes de energía estables que permitan acelerar la transición hacia cero emisiones netas de gases de efecto invernadero.

La única forma en que las energías renovables pueden ser efectivas en la actualidad, a la espera de que su mayor diversificación y desarrollo tecnológico les permita garantizar en un futuro próximo el suministro durante las 24 horas del día todos los días del año, es con un suministro de respaldo, y el respaldo, cada vez más, no puede ser ni con carbón, ni con hidrocarburos líquidos, por los problemas medioambientales que generan y el precio del CO2. Por lo tanto, mientras las renovables alcanzan su desarrollo completo, si se quiere mantener la estabilidad del sistema de energía, la alternativa para el suministro de respaldo no puede orientarse más que hacia el gas y la energía nuclear que generan menos emisiones de gases de efecto invernadero que el resto. Prácticamente cero en el caso de la energía nuclear.

 

 

En el este de Europa abunda el carbón del que procede, por ejemplo, en Polonia, el 73% de la electricidad generada. En Estados miembros como Polonia, Estonia, República Checa, Bulgaria y Alemania, en los que el carbón tiene mayor peso comparativamente en las combinaciones energéticas, la transición requerirá un mayor esfuerzo en la compensación con electricidad baja en emisiones. Por el contrario, en Suecia, el Estado miembro con mayor cuota de energía consumida procedente de renovables (60,1%, 2020), se debate sobre el futuro de sus reactores nucleares (6 operativos, 7 apagados) que generaron el 30% de la electricidad del país en 2020.

En este contexto, la Comisión Europea ha aprobado la reforma del sistema europeo de clasificación de actividades económicas sostenibles, la llamada Taxonomía UE, con la doble finalidad de evitar el lavado de cara ecológico de proyectos y de ayudar a los inversores a identificar actividades económicas en línea con los objetivos medioambientales y climáticos de la Unión. 

La Taxonomía UE establece tres tipos de actividades: bajas en carbono, transitorias y habilitantes. Con el recién aprobado Acto Delegado Complementario sobre el Clima, la Comisión incluye, antes no lo estaban, determinadas actividades nucleares y gasistas en la categoría de actividades transitorias, es decir, actividades que aún no pueden ser reemplazadas por alternativas bajas en carbono tecnológica y económicamente viables, pero que contribuyen a la mitigación del cambio climático y tienen el potencial de desempeñar un papel importante en la transición hacia una economía climáticamente neutra, en línea con los objetivos y compromisos climáticos de la UE y sujetas a condiciones estrictas, sin menoscabo para la inversión en energías renovables y atendiendo al principio de "no causar un perjuicio significativo", según indica la propia Comisión.

Además, el Acto Delegado también establece requisitos de divulgación específicos para que las grandes empresas financieras y no financieras que cotizan en bolsa tengan la obligación de hacer pública la proporción de sus actividades relacionadas con el gas natural y la energía nuclear ayudando a los inversores a distinguir el destino de sus fondos.

 

Energía renovable 2020


Las reacciones de las mayores organizaciones ecologistas y las de la industria nuclear europeas ante la iniciativa de la Comisión han sido radicalmente opuestas. Para las primeras se trata de una medida que supone una carta blanca para la inversión en instalaciones nucleares y de gas poniendo en peligro la apuesta de la UE por las renovables, el desarrollo sostenible y los objetivos relacionados con el Clima. Para la segunda, la Taxonomía continúa siendo muy restrictiva y margina a la energía nuclear.


Como saben ustedes, dos de los factores críticos en el uso civil de la energía nuclear son la seguridad de las plantas y la complejidad de la gestión y tratamiento de los residuos, especialmente los de alto nivel de radioactividad para los que la normativa internacional requiere como destino final el almacenamiento en depósitos geológicos.

Pueden oír en este bloque radiofónico de Línea Europa la presentación del Acto Delegado Complementario de reforma de la Taxonomía UE que correspondió a la Comisaria de Servicios Financieros, Estabilidad Financiera y Unión de Mercado de Capitales, Mairead McGuinness, y un extracto de sus declaraciones en conferencia de prensa.

Today is not the end – but today is a means to an end. The end is a low-carbon future, powered by renewable energy. We do not have the capacity for that yet. But we still need to act urgently, with all the means at our disposal. We need to move as fast as we can from the highest-carbon energy sources like coal. During this transition, that may mean accepting imperfect solutions. Today's Delegated Act may be imperfect, but it is a real solution. It moves us further towards our ultimate goal of carbon neutrality.

"Hoy no es el final, pero hoy es un medio para un fin. El final es un futuro bajo en carbono, alimentado por energía renovable. Aún no tenemos la capacidad para eso. Pero tenemos que actuar con urgencia, con todos los medios a nuestro alcance. Necesitamos alejarnos lo más rápido posible de las fuentes de energía con mayor contenido en carbono como el carbón. Durante esta transición, eso puede significar aceptar soluciones imperfectas. El Acto Delegado de hoy puede ser imperfecto, pero es una solución real. Nos acerca más a nuestro objetivo final de neutralidad en carbono", indicó la Comisaria McGuinness.