Humanos de La Línea y Gibraltar

23 de Diciembre de 2021

Ernest Diaz, gibraltareño, protagonista de este episodio de "Humanos de La Línea y Gibraltar"

 

En 1935, Pío Baroja visitó la aduana de la frontera que separa a La Línea de Gibraltar siguiendo los pasos del General Gómez, un militar famoso por una expedición que en 1836 le llevó a recorrer casi toda España de norte a sur en busca de adhesiones a la causa carlista y a intentar surtirse de calzado en Gibraltar. Pío Baroja hizo entonces como la inmensa mayoría de los millones de turistas que cada año visitan El Peñón en la actualidad, su única parada en La Línea se produjo en los aledaños de la frontera. En contra de lo que se pudiera esperar del escritor, uno de los máximos exponentes de la Generación del 98, en la crónica ampliamente difundida del viaje identificó a la ciudad con las tribus de origen diverso que pululaban en derredor y a través del recinto cuya seguridad, por cierto, es competencia del Estado, y no, por ejemplo, con los trabajadores transfronterizos que por miles cruzaban y cruzan a diario.

 

La fabricación de estereotipos de Gibraltar y La Línea no es una novedad, tampoco lo es en el caso de la Unión Europea. La historia de Gibraltar como plaza militar estratégica con antiguas restricciones para la residencia de civiles, de La Línea como ciudad abastecedora, en ambos casos con limitaciones en el acceso a la propiedad del suelo que se mantienen parcialmente hoy en día por razones relacionadas con las políticas de Defensa, y de la Unión Europea cuyo nacimiento está vinculado a los avatares de la Segunda Guerra Mundial y sus secuelas, han servido de caldo de cultivo para las diatribas de algunos sectores conservadores y de la extrema derecha española y europea.

 

En los flujos de información y opiniones generalizadas se olvida frecuentemente que tras las ciudades, comunidades, instituciones, grupos sociales, etc. hay personas, seres humanos con los que se pueden tener cosas en común, estar o no de acuerdo, compartir o no visiones de la realidad y del futuro. En política, las llamadas al acercamiento de las instituciones a los ciudadanos, al diálogo con los ciudadanos, son recurrentes. ¿Por qué? Porque si las instituciones se distancian de los ciudadanos pierden legitimidad y se vuelven vulnerables a los ataques de populistas y extremistas, enemigos estos de la convivencia pacífica y de la democracia.

 

Así, en esta emisión de Línea Europa, comenzamos abordando ese estereotipo según el cual la Comisión Europea no sería una institución de carácter político sino tecnocrático (como digo en el programa, nada más lejos de la realidad de los últimos años) y continuamos con los estereotipos relacionados con Gibraltar y La Línea iniciando un nuevo capítulo del programa que tiene por nombre "Humanos de La Línea y Gibraltar".

 

La Comisión Europea ha estado en el centro de los ataques de los euroescépticos, ataques furibundos en el caso de los euroescépticos británicos y húngaros, y ha tenido que pedir medidas a nivel europeo para contrarrestar los movimientos extremistas que intentan desestabilizar las bases de la sociedad europea, medidas que se concretan en el Plan de Acción para la Democracia Europea con el que se pretende dar un nuevo impulso a la Democracia en Europa.

 

En ese contexto en el que habría sido temerario centrarse en una audiencia preestablecida de expertos y tecnócratas, la Comisión se dirige a los ciudadanos y desarrolla su programa político general a través de los programas de trabajo anuales con los que presenta sus planes legislativos para los próximos doce meses y establece prioridades. Al hacerlo, la Comisión expone a los ciudadanos y a los Estados miembros lo que considera más importante aunque sus proyectos de ley son posteriormente negociados por los Estados miembros en el Consejo y los partidos políticos europeos en el Parlamento sobre la base de sus propias propuestas puesto que es ella, la Comisión, quien tiene la facultad de decidir de este modo hacia que asuntos se dirige de forma prioritaria la acción política UE.

 

Ilustramos el tema con la polémica suscitada sobre las recomendaciones de la Comisión para el uso de lenguaje inclusivo durante las fiestas navideñas. Pueden oír las intervenciones de los representantes de los grupos políticos mayoritarios y del Vicepresidente de la Comisión, Margaritis Schinas, responsble del fomento de nuestro modo de vida europeo, cliqueando en el reproductor del pie de página. Las recomendaciones de la Comisión fueron utilizadas por los más conservadores y los extremistas para poner en tela de juicio el modelo europeo de convivencia basado en la tolerancia y en el respeto entre las diversas corrientes culturales y religiosas que integran la Unión.

 

Tratamos también la última reunión del Consejo Europeo que incluyó en el orden del día la pandemia, las vacunas, Bielorrusia, Ucrania y el precio de la energía si bien en este último punto los Jefes de Estado y de Gobierno no alcanzaron un acuerdo sobre la posición que debe adoptar la UE sobre el problema relacionado con el desequilibrio entre la demanda de gas en el inicio de la recuperación y la oferta, principalmente procedente de Rusia.

 

Finalmente, en "Humanos de La Línea y Gibraltar" entrevistamos a Ernest Díaz, un ciudadano gibraltareño, árbitro de baloncesto, que dedica buena parte de su tiempo libre a una asociación local musical, la Gibraltar Live Music Society, y como les comento, no lidera nada, ni aparece en medios de comunicación. Es un ciudadano de a pie en el seno de una comunidad que habitualmente se encuentra en el candelero, un humano de Gibraltar.

 

Despedimos este último programa del año de Línea Europa deseándoles felices fiestas y un próspero año nuevo y enviando nuestra más sincera manifestación de apoyo y solidaridad a aquellos de ustedes que por la razón que sea no celebran estos días de fiestas universales. Les dejamos con un villancico.